domingo, 25 de noviembre de 2012

Cry me a river



Erika Kuhn


¿Cuánto hace que llueve sin parar? ¿Cuántos ríos grises escribieron una lluvia, que no es mansa, para llevarme a los extremos? Llueve. Dios está lavando el terror, la presencia, la piedad. Dios está lavándose las manos de hielo: es un torrente de belleza caótica.
No fue culpa mía que los árboles aprendan a subirse mal a mi ventana y yo los vea equivocando la sombra.

¿De vivir como agua mueren los domingos?
¿De morir la estrella viven los huesos?
Es un sonido a diluvio universal. Es una mujer, dos, o todas las que le cuelgan al día una ausencia, para abrir mejor los ojos. 

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